TEMA 6 EL SIGLO XVII:
LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE LOS AUSTRIAS
Introducción:
El siglo XVII es en general, en Europa, un siglo de malas cosechas (quizá debidas a un cambio climático), y por tanto, de epidemias y conflictos. Las numerosas guerras incidirán en un dramático descenso demográfico, menos palpable en las grandes potencias del siglo, Holanda e Inglaterra.
En España, a los monarcas españoles de la dinastía Habsburgo del XVII se les llama “menores” al ser menor su poder, su riqueza y su prestigio internacional.
El siglo XVII es en general, en Europa, un siglo de malas cosechas (quizá debidas a un cambio climático), y por tanto, de epidemias y conflictos. Las numerosas guerras incidirán en un dramático descenso demográfico, menos palpable en las grandes potencias del siglo, Holanda e Inglaterra.
En España, a los monarcas españoles de la dinastía Habsburgo del XVII se les llama “menores” al ser menor su poder, su riqueza y su prestigio internacional.
Además, son monarcas más incapaces, y suelen dejar las responsabilidades del gobierno en validos, una figura que es más que la de un consejero o secretario de Estado, es también, un amigo.
REINADO DE FELIPE III (1598-1621)
Heredó
un reino en la absoluta ruina económica. Subió al trono el año en que
una epidemia arrasó Barcelona. El país estaba empobrecido y harto de
tantas guerras que no reportaban un beneficio económico. Encima, gran
peso de las mismas siempre recaía en Castilla.
Política interior
Durante su reinado, sus validos fueron el corrupto duque de Lerma y su hijo, el duque de Uceda.
Retrato ecuestre del duque de Lerma, por Rubens |
La medida más relevante de su reinado fue la definitiva expulsión de los moriscos en 1609. Esto tuvo importantísimas consecuencias económicas:
causó la despoblación de numerosos territorios sobre todo en el reino
de Valencia, y en menor medida, Murcia, perjudicando a los señores de
esta región que se quedaban sin agricultores, la principal ocupación de
este colectivo, tan castigado en un siglo. Se calcula que salieron unos
300.000 moriscos de los dominios del Rey Católico.
Política exterior
Se dice que Felipe III instauró la “Pax Hispanica”,
que no es más que un eufemismo de una tregua por agotamiento
generalizado. Francia e Inglaterra están ahora en paz con España.
Así, en 1609,
cuando los Países Bajos vuelven a la corona (Felipe II los había cedido
a su hija, pero murió sin descendencia y volvió a España), tiene que
firmar una tregua, la Tregua de los 12 Años, que fue fundamental para la victoria final de los sublevados.
Durante esta época las Provincias Unidas (lo que luego será Holanda)
consiguen prácticamente su independencia: se va a consolidar
económicamente, la burguesía instalará en el poder a la dinastía de
Orange, extenderá su comercio a numerosas partes del mundo,… El XVII es
la época de esplendor de los Países Bajos, el crecimiento económico
permitirá a los rebeldes calvinistas fortificar las ciudades, reforzar
la flota y preparar los ejércitos de tal manera, que será ya imposible
su derrota.
Por
el contrario, la monarquía hispánica tiene que firmar la tregua porque
no tiene medios para mantener la guerra y devolver el territorio rebelde
bajo su control.
Bajo el reinado de Felipe III comenzó la Guerra de los Treinta Años (1618-48)
en el Imperio Alemán, en la que los Habsburgo austríacos implicaron
también a los Habsburgo españoles. Pero nuestra participación tuvo lugar
ya en el reinado de Felipe IV.
REINADO DE FELIPE IV (1621-65)
El
reinado de Felipe IV es el reflejo de la incapacidad que muestra ya la
monarquía hispánica en alcanzar la hegemonía europea, esos altos
objetivos que antes pretendía y ahora la enorme crisis económica y demográfica hace imposibles.
Tampoco
le fue bueno el contexto internacional: a su subida al trono expiraba
la Tregua de los 12 Años y 3 años antes había comenzado la Guerra de los
Treinta Años.
Su más destacado valido fue el Conde-duque de Olivares, político astuto, pero demasiado ambicioso para las posibilidades que la decadente situación del reino le podía ofrecer.
Fue él quien implicó a España en la guerra de los Treinta Años (1618-48),
iniciada por la resistencia de los príncipes alemanes al centralismo
del emperador y también por causas religiosas. Durante sus inicios
(fases bohemia y del Palatinado) los Habsburgo llevaron las de ganar,
incluso nuestros tercios intervinieron en la victoria de Montaña Blanca frente a los protestantes bohemios (Bohemia es más o menos República Checa).
El conde-duque de Olivares, retratado por Velázquez |
Sin embargo, la guerra se alargó con la intervención sueca
en defensa de los protestantes (=excusa: busca anexionarse la costa
alemana del Báltico), y la alianza hispano-austríaca perdió fuelle (el
ejército sueco tenía una organización y maniobrabilidad que eran
revolucionarias en su época). Tras la muerte del rey sueco Gustavo Adolfo en combate, la situación parecía resolverse, pero no fue así.
Luis XIII de Francia, entró en guerra contra los Habsburgo (1635), pese a estar casado con la española Ana de Austria, por las presiones del cardenal Richelieu.
Era el momento que habían esperado para zafarse del control de los
Austrias, cuyas posesiones la rodeaban por completo. Ahora sus rivales
estaban agotados tras 17 años de guerra.
Esta
decisión fue fatal para la monarquía hispánica, que ahora estaba
logrando avanzar contra los rebeldes holandeses. Allí toma el mando Ambrosio Espínola, que, con la base segura de las provincias del sur (Unión de Arrás), conquistará Breda (inmortalizado en el cuadro de Velázquez).
Al abrirse tantos frentes, Olivares tomará la determinación de que todos los reinos que componen la monarquía hispánica contribuyan con hombres y fondos al esfuerzo de la guerra, una medida llamada “Unión de Armas”,
que provocó alzamientos generalizados, también por coincidir con épocas
de malas cosechas, en todas partes. En Nápoles y Sicilia, en Andalucía
hubo un intento de secesión, también hubo un complot en Aragón,… pero
sin duda, las sublevaciones más importantes fueron las de Portugal y Cataluña (1640).
La rendición de Breda, también conocida como "Las lanzas", por Velázquez |
En Portugal,
que se había negado a contribuir a dichas guerras, existía un creciente
descontento por el ataque de los rebeldes holandeses a sus colonias en
Brasil e Indonesia. Se buscó a un pariente de la antigua dinastía
portuguesa, el maestre de la Orden de Avis, y se declaró independiente.
Tuvo éxito gracias a ser casi simultáneo el alzamiento de Cataluña.
Cuando la monarquía tuvo que elegir dónde actuar, decidió en Cataluña,
ya que estaba en guerra con Francia, y esto supuso la secesión
definitiva de Portugal.
Y
es que también la situación en Cataluña era quizá peor. Los catalanes,
hartos de las tropas castellanas que luchaban contra Francia (Olivares
inició allí una ofensiva para obligar a los catalanes a contribuir), se
rebelaron, mataron al virrey (“Corpus de Sangre”, en 1640) y se declararon independientes. Al año siguiente, declararon soberano al rey francés Luis XIII, lo cual suponía un hecho de extremada gravedad.
Por supuesto, Olivares es depuesto de su cargo.
Se firma el final de la Guerra de los Treinta Años en la Paz de Westfalia (1648), que supondrá 2 hechos relevantes:
1. el fin de la confederación del Imperio alemán:
ya no hay un emperador como árbitro. El rey de Austria se volcará por
tanto, a otros asuntos en el XVII y XVIII, como arrebatar Hungría a los
turcos otomanos. (no nos incumbe, pero es importante)
2. España reconoce la independencia de las Provincias Unidas
(Holanda), tras casi 80 años de conflicto. No sólo era un mazazo a su
autoridad, sino que significará la creación de un rival económico de
primer orden.
Ahora
España, abandonada por su aliado, prosigue la guerra contra Francia.
Recuperará bajo su control Cataluña, tras la conquista de Barcelona
(1652), y presionará con los tercios de Flandes desde el norte, por fin,
disponibles. Precisamente allí se había sellado su mayor derrota, en Rocroi, reflejo del fin de la hegemonía militar española.
La humillante Paz de los Pirineos (1659) supondrá:
- La pérdida de ciudades en Flandes (el Artois) y la Cataluña francesa (Rosellón y Cerdaña), puesto que se establece la frontera en los Pirineos. Por tanto, la rebelión catalana se saldó con la destrucción y la amputación de su territorio.
- Se pacta el matrimonio de Luis XIV de Francia con una hija de Felipe IV, María Teresa. Esta maniobra diplomática será de una gran relevancia posterior.
- Supondrá el fin de la hegemonía española en Europa y el comienzo de la hegemonía francesa en el continente.
Afligido,
Felipe IV, el rey que quería haber devuelto a España a la grandeza en
Europa, había perdido extensos territorios, había arruinado al país, y
tiene que aguantar que a su hija “se la beneficie” su peor enemigo.
EL REINADO DE CARLOS II (1665-1700)
A
veces, en la historia, confluyen circunstancias que permiten cambios
decisivos. Cuando en Francia gobierna el rey más longevo, capacitado y
belicoso (guerrero), el trono español recae en el rey más incapaz y
débil que ha tenido.
Carlos
II nunca estuvo destinado a gobernar. Sus hermanos mayores, educados
para ello, murieron jóvenes. Él nació sólo 4 años antes de la muerte de
su padre. Con su llegada al trono se abría un periodo de regencia,
que siempre conlleva inestabilidad. El rey más belicoso del siglo está
interesado en las posesiones españolas (Inglaterra no interviene puesto
que tiene problemas internos). Para colmo, desde su infancia, Carlos
recibe el apodo de “El Hechizado”,
porque no se sabe qué le pasa. A los 9 años aún no sabía leer. A ojos
de todo el mundo era poco inteligente y enfermizo. Desde luego que en su
estado físico debió influir la brutal endogamia
de sus progenitores: las casas reales austríaca y española venían
casando a sus herederos entre sí siglo y medio, primos con primas. Ni
siquiera se cuidó su educación pensando que también moriría joven. Se
decía que carecía de voluntad propia. Posiblemente, también era estéril.
Su reinado tiene dos fases claramente diferenciadas: la regencia y su gobierno personal.
1. La Regencia de Mariana de Austria (1665-75): el testamento del rey entregaba la regencia a la reina madre, que tuvo como valido a su confesor, el padre Nithard, un jesuita de origen alemán. Fue siempre impopular, lo cual desestabilizó al gobierno.
2. El reinado personal de Carlos II (1675-1700):
ante la impopularidad de la regente y su valido, se declaró mayor de
edad al Rey (tenía 14 años), pero esto no podía solucionar los graves
problemas de la Corona. Su hermanastro, don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV, intentó hacerse con el poder, nombrándose valido, pero también murió.
El jesuíta Nithard |
Don Juan José de Austria |
- Por la Paz de Nimega (1679), obtuvo el ansiado Franco Condado.
- Por la Tregua de Ratisbona (1684), se hizo con Luxemburgo.
- La
invasión del Palatinado (territorio alemán) y de Cataluña provocó una
reacción internacional (una alianza militar) contra Luis XIV. Por la Paz de Ryswick (1697) el “Rey Sol” devolvía a España las posesiones arrebatadas desde Nimega (aunque obtuvo Haití).
Obviamente,
la repentina benevolencia del monarca francés era debida a la presión
internacional y también a “lavar su imagen” en nuestro país, viendo
ahora claras las aspiraciones de su dinastía al trono español, ya que el rey, tras dos matrimonios, seguía sin descendencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario